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Con las tradicionales Mini Olimpiadas del 30 de junio, el emblemático preescolar ubicado en Colinas de Tamanaco, en Caracas, festeja sus cuatro décadas, al tiempo que consolida su sitial como una institución que está al día con las vigentes metodologías de educación inicial bilingüe
En el Centro Infantil Vizcaya hay un salón de lectura, otro de música, un baby gym, jardines, un parque infantil, un huerto, un pequeño zoológico de contacto... En el Centro Infantil Vizcaya se hace una feria del libro, una paradura del Niño Jesús; se celebra el Día de la Madre, del Padre, de los Abuelitos, pero también de los Tíos y Padrinos, que son los más consentidores cuando nace un bebé en la familia.
Al Centro Infantil Vizcaya llegan niños desde su primer año de vida, cuando comienzan a caminar, y están hasta los seis o siete años, cuando la educación primaria los espera. Al Centro Infantil Vizcaya regresan algunos de los egresados ya de adultos, para reencontrarse con ese lugar donde fueron felices, donde aprendieron jugando, donde se forjaron los ciudadanos que son hoy en día.
El Centro Infantil Vizcaya está de cumpleaños y lo celebró con sus tradicionales Mini Olimpiadas el 30 de junio. Y es que las tradiciones juegan un papel importantísimo en este preescolar que fundaron en 1983 las hermanas Gisela Cappellin y Anita Alfonzo-Larrain de Toro Hardy.
El niño como ser humano sensible e inteligente, en interrelación respetuosa con la naturaleza, es la masa que moldean a diario las docentes comprometidas con la educación. El amor y el respeto como centro de la formación, que no solo es teórica sino experiencial. "Aquí los niños reciben una educación privilegiada, en una zona donde están en contacto con la naturaleza y estilos educativos que permiten ese contacto", comenta la actual directora del Centro Infantil Vizcaya, Claudia Cleopatra, quien acaba de terminar una maestría en Educación en la Universidad Católica Andrés Bello.
Desde hace 17 años, Claudia Cleopatra ha estado trabajando en la institución, su propia hija pasó por el colegio, y ha sido testigo del éxito que reportan los egresados, que son admitidos en los más importantes planteles educativos del país porque son alumnos sensibles, empáticos y competentes.
Gisela Cappellin, una de las fundadoras del colegio, comenta que dentro de sus grandes satisfacciones está que, aún con las adversidades del país, la institución sigue existiendo en el mismo lugar, con la misma calidad, gracias al respaldo de las familias, que son un elemento esencial en la educación de los niños.
Editora de libros, escritora, docente egresada de la Universidad Metropolitana, Cappellin mira hacia el futuro y aspira confiada que el Centro Infantil Vizcaya siga arraigado a sus tradiciones y de la mano con la ciencia, a la vanguardia de las técnicas pedagógicas. "El niño Vizcaya tiene luz, esa salud estimulada del niño que vive al aire libre... pero principalmente, del niño que recibe amor".
La celebración de las Mini Olimpiadas tuvo un toque especial pues alumnos, docentes, familiares y egresados, cantaron cumpleaños al Centro Infantil Vizcaya, que como dice el himno compuesto por las hermanas fundadoras, junto al maestro Chuchito Sanoja será por siempre "Mi primer colegio".